Como ciudadano de Pozuelo no puedo menos que indignarme al conocer la noticia de la apertura de un centro de MENAs (menores extranjeros no acompañados) en la Colonia de los Ángeles, en Pozuelo. Y parece que en aras de los políticamente correcto el Ayuntamiento y sobre todo la Comunidad, gobernados por el PP, no se opuso con la fuerza necesaria. Una juez ha fallado en contra de la alcaldesa, Susana P. Quislant (PP), que notificó a los responsables del inmueble tutelado por la Fundación SAMU el cese de actividad por incumplimiento de la normativa municipal. El gobierno de Ángel Garrido, pese a ser del mismo signo político, advirtió de que “si volvía a señalar y marcar a los menas la llevaría a la Fiscalía”, demagogia a tope… La ceremonia de la confusión.

Pero, Sr. Garrido, no es lugar la Colonia de los Ángeles, ni el chalet, que no reúne las condiciones para desarrollar la vida de tantas personas allí. Y la integración de estos menores, ya adolescentes, desarraigados de su familia, de sus amigos, de su entorno de vida, es muy difícil…no vivimos en la utopía, excepto el Sr. Garrido, que quizá quiera alojar a varios de ellos en su casa.

Parece que han trasladado los menas a otro lugar de Pozuelo, secreto por ahora, para evitar la reacción de los vecinos. Pésima actuación de la Comunidad de Madrid, que gobierna de espaldas al sentir de la gente.

Pero, lo principal, ¿Quién o qué les empuja a venir aquí a estos adolescentes? ¿Qué familia incitaría a sus hijos a migrar a otro país del que desconocen su cultura, su lengua, su forma de vida? En general sólo vienen hombres, no mujeres.

Las mismas ONGs reconocen que es muy difícil establecer vínculos afectivos con ellos. Su soledad y estado de exclusión están garantizados… y luego, ¿Qué pasa cuando cumplen los 18 años?

Salen del centro para ¿integrarse en nuestra sociedad? ¿Cómo? El riesgo de caer en la marginalidad, la delincuencia o la mendicidad es muy alto.

¿Está preparado Pozuelo para bregar con este problema? Creo que no, ¿Y la Comunidad de Madrid? Hasta ahora no ha dado soluciones eficaces a pesar de soportar un alto coste. Espinoso problema creado por nuestra idílica apertura de fronteras.

A estos jóvenes deberían enviarlos con sus familias, a su país. Pero… no, no es una solución políticamente correcta. Sin embargo la actual es la peor y los vecinos de Pozuelo castigarán duramente a quienes no defiendan su intereses. En poco tiempo.

_{Imagen cortesía de John Perivolaris Licencia (CC BY-NC-ND 2.0))}