Hipócritas y homicidas
No sé si por lo mucho que se ha abusado del cliché en el cine y otros medios de entretenimiento, pero la idea que se tiene de los políticos es la de hipócritas que se benefician del sistema y nunca se enfrentan a las ramificaciones de sus decisiones. Ningún inmigrante les va a quitar el puesto ni van a construir una cárcel delante de su urbanización. Y soy magnánimo. Casos, desde luego, hay para aburrir. Desde Al Gore y sus mansiones y minas de zinc, que contaminan lo que no está escrito, pasando por los actores y cantantes agoreros del cambio climático, como DiCaprio, Bono de U2, y tantos otros, hasta los líderes del mundo que se reúnen en Davos cada año, cada uno con su jet privado. Los mismos que nos prohíben usar desodorantes de spray o pajitas de plástico queman en una hora de vuelo lo que un ciudadano en un año usando el coche. Lo que empezó siendo una teoría, basada en simulaciones por ordenador y, según he oído, con los parámetros equivocados, se ha convertido en religión y no pacífica precisamente. Si no comulgas con la causa, la causa te pasa por encima. Tiranía despótica, la izquierda en estado puro y ahora también ecológica.
La última perla la ha generado la joven estrella mediática del partido demócrata Alexandria Ocasio-Cortez o “AOC” que los yanquis son mucho de acrónimos. Tras presentar su Green New Deal, un delirio medioambiental que entre otras medidas propone eliminar los vuelos en avión y utilizar trenes en su lugar -muy cyberpunk si me preguntan, se nota que ha crecido viendo Netflix y HBO-, o prohibir el comercio vacuno entre otras. Por supuesto, le han sacado los colores con los registros de todas las veces que ha viajado en avión desde que dejó el curro en el bar y pasó a la política activa. Muchas, por si se lo están preguntando. Ella, que se va acostumbrando a la dinámica del puesto, responde que “vive en el mundo que hay”, y se acabó. No enrojece ni le tiembla la voz.
En nuestro lado del charco no somos ajenos a la desvergüenza política y tenemos nuestros propios ejemplos. Recientemente, Pedro “el ciudadano” versus Pedro “el político”, resulta que pueden mantener visiones opuestas porque antes de llegar a Moncloa pensaba como uno de nosotros. También aquella barrabasada que no recuerda a su autor@, justificando a un fraudulento de su administración bajo el lema “Es la condición humana”. Y digo yo, aún perplejo, que eso valdrá para todos los crímenes habidos y por haber. El deleznable “Chicle” puede argumentar que es condición humana violar y asesinar, que a veces pasa y no se puede hacer nada al respecto, pero a los reclusos eso de momento no les vale.
Son políticos y está asumido que van a engañar, y se van a salir con la suya. ¿Qué tal este otro? “El gobierno no puede permitirse más dimisiones”, como si eso exonerara automáticamente a los mentirosos y corruptos entre sus filas. Patente de Corso a partir de ahora, total, se lo pueden permitir. Si el patrón es doctor, el marinero enfermero. O matemático.
Que son hipócritas ya está asimilado en la psique colectiva, el nuevo elemento en la fórmula es que ahora también son homicidas. Parece de película o reality. Me refiero a Pilar Baeza, candidata en Ávila de Podemos, condenada a 30 años por asesinato y reeducada en 7 al parecer. Dice que era “ingenua y sin experiencia” entonces, que es un linchamiento hacia su persona, probablemente por ser mujer, que toda la trama forma parte de la mafia de la política y ella ha cumplido, no tiene deudas con la sociedad. Vamos, que se va a presentar. Y eso que la historia por lo que se va desgranando en los medios tiene miga. La familia, de momento, niega la agresión sexual, creen que todo fue despecho. La ingenua Pilar, presuntamente agredida sexualmente, persuadió a dos necios malvados para matar por ella, armó la escopeta, se la llevó a escondidas de la tienda familiar y, una vez consumada la venganza, hasta preguntaba regularmente a los padres de la víctima si había vuelto o sabían algo de él. Como buen psicópata integrado interpretando su rol. Igual que la asesina confesa del pequeño Gabriel, según su defensa linchada públicamente por ser negra y mujer. Negro vemos el corazón, Ana Julia, nada más.
No sé en qué quedará todo este asunto sórdido, pero si sale elegida puede convertirse en nueva moda. Políticos con sangre en sus manos, literal.
Tengamos fe en la justicia y el sistema, no obstante, si pusieron a Pilar Baeza en la calle acortando la condena y se puede presentar a un cargo político sus razones tendrán. Secreto de sumario, tal vez. Yo creo que por lo que dice al menos tiene principios. “La libertad de cada uno termina donde empieza la de los demás, por lo que no tiene lugar el acoso y derribo que sufro en estos momentos.” Pero eso, Pilar, se lo dices al muerto.
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