“De la furia de los hombres del norte, líbranos, Señor” rogaban los monjes irlandeses desesperados y aterrados ante la llegada a sus costas de los piratas vikingos allá por el siglo VIII. Prestos para el pillaje y el saqueo los piratas escandinavos llegaron hasta nuestras costas también y aunque ha llovido desde entonces España se enfrenta hoy a piratas prestos para el pillaje y el saqueo. De otra clase y con otro nombre, mismo perro con distinto collar.
El PSOE, ese partido que ni es partido, ni socialista ni obrero y ahora tampoco español, se ha vuelto a lucir. “Haz Que Pase” su eslogan para la campaña electoral no podía ser más necio. No sólo es un plagio -qué raro- del “Make It Happen” acuñado para su campaña por el partido demócrata americano, también es la sublimación de su incompetencia. “Haz que ocurra” o “Haz que suceda” sería una traducción más ajustada a sus propósitos, imagino, un mensaje positivo que enardezca a las tropas. Un poco lavándose las manos a lo Pilatos, dejando en manos del votante todo el trabajo. “Haz que pase” suena como la otra, a oración y con la imagen que lo acompaña parece una serie de Netflix -pienso en Unabomber-, parte de la lista de los más buscados o una entrevista de trabajo para el puesto de ujier.
Volviendo a los rezos, que está cerca la Semana Santa, pedimos que pase rápido la tormenta, cualquier mal trago que la vida presenta en su tragedia, incluso que pasen rápido pequeñas inconveniencias como el semáforo en rojo, los trámites bancarios o hablar con abogados. Pedimos que pasen rápido las cosas malas…
El narcisismo de este sujeto Sánchez es patológico, por supuesto, y la sumisión de sus adláteres, que parecen encantados con sacrificar el partido al dios Apolo, triste e indigna pero no sorprende. Ahora que se han visto en Sevilla el de Tetúan quiere imitar a Obama en todo, ha conducido al PSOE a la izquierda radical, de donde no van a saber salir, destruyendo el partido en aras de su vanagloria personal y machacando el país con tal de pintar la mona, donde sea, pero pintar algo. No quiere acabar como el ex-presidente Rodríguez, volando a Venezuela como alma en pena. Preso de su obsesión y egolatría, persiguiendo ballenas blancas, el doctor Fake se ha sacado de la manga un mensaje contraproducente que arrastrará al PSOE al fondo del mar, y al país entero con él. Prefiero el de Vox: “Por España”, sencillo, directo, honesto. Transmite fuerza y determinación, como el que está preparado para enfrentar al pirata, defender la patria y luchar hasta el último aliento con tal de salvar las vidas de sus conciudadanos y la dignidad nacional. A Vox Le Pido: Haz que pase.