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Juan Principal contribuyente de vocablo.es, Juan estudió periodismo un día, lo que le descalificó automáticamente para trabajar como tal. Dispuesto a no malgastar semejante inversión escribe ahora por su cuenta y riesgo. Palabras, palabros, juego de vocablos...

El Rey Sanchijuela

El Rey Sanchijuela

Tras los resultados electorales de abril recurro al cine como evasión. Otros se dedican a resembrar que es primavera, cavan y cavan, casi sin pensar, no saben si la tumba es para ellos o para otra persona. Los hay que se van a bucear y no se sabe si encontrarán las famosas llaves en el fondo del mar, llaves que algo abrirán, a ser posible un pasadizo a otra dimensión, o se quieren quedar allí y no regresar a la superficie hasta dentro de cuatro años. Aviso de navegantes y escafandristas: Lo mismo no queda nada a lo que regresar…

Lo mío es el cine, como iba diciendo, y así se siente uno con el nuevo gobierno, como si acabara de ver una mala película. Viene a la mente El Rey Escorpión, después de todo narra el ascenso al trono de un don nadie y las vicisitudes que le aquejan en su lucha contra el tirano de turno, porque al final el objetivo no es liberar a las tribus del desierto sino el viejo “quítate tú para ponerme yo”. Igual que en la realidad, me temo, pero hay más paralelismos. Para empezar es una secuela de La Momia, otra para olvidar, como Sánchez y el presidente Rodríguez contienen el uno trazas del otro, ambos nefastos y pueden producir alergias, en algunos casos hasta la muerte. El enemigo a batir, el tirano, así es: Franco y sus fanáticos de Vox.

Dicen desde las filas del PSOE que ya no va a haber problema con lo del Valle de los Caídos, como si la ley dejara de tener peso ahora que han llegado al poder. Pensamiento característico de tirano por otro lado…

Tanto insistir por remover huesos ya no sé si lo que quieren es hacer un caldo, decir algo o el revuelo para señalar a la derecha y demostrar a la otra España que el mal sigue latente y hay que combatirlo. Con ellos al timón, claro. Lo que está claro es que con Franco o sin él aquí no se genera empleo ni se resuelven problemas inmediatos.

Estoy divagando. Las tribus nómadas contratan a nuestro héroe acadio para asesinar al tirano, pero el Rey Escorpión fracasa y entonces decide juntarlas y volver a intentarlo. ¿Les suena de algo? Tarea difícil porque tendrán que sobreponerse a sus propias rencillas y enredos, venganzas y demás golpes bajos que se arrean en cuanto pueden fruto del hábito. Tamaño sacrificio en aras de la supervivencia y la conquista. Creo que no hace falta decir que pese a no ser original el guion se ajusta como un guante a nuestra chusma de izquierdas. Clanes que se odian y se esfuerzan en destruirse unos a otros, unidos por un caudillo y una causa justa: destronar a otro caudillo y, a ser posible, de derechas.

También hay una mujer en medio de todo el asunto, una hechicera bien guapa, capaz de ver el futuro y derretir a La Roca con un parpadeo de largas y artificiales pestañas. Partidazo, eso sí, con letra pequeña, le dura el talento hasta que un mancebo, coach de algo, la lleve al gimnasio y le haga sudar con los ejercicios de Venus.

Se me ha olvidado mencionar que la historia tiene lugar en la ciudad de Gomorra y no sé cuánto queda para lo del orgullo gay pero… tal cual. Para el papel de la dama dudo entre Begoña y el fantasma de Georgetown, la primera tiene buenas pestañas, más ahora recién sacada del taller, pero el segundo vive del cuento y al acadio, mejor dicho al marxista agrario, al final el que le gusta es él mismo. ¡A rey muerto, rey puesto! ¡Menuda historia!

De todas formas no quiero arruinarles la película y, sobre todo, no sé qué hacemos hablando de estas chorradas. ¿La izquierda no tienen programa o qué?

Imagen cortesía de Гурьева Светлана (zooclub.ru) - Trabajo propio, Licencia (CC BY-SA 4.0)